Es un templo católico en los intramuros de la ciudad de Segovia, su ubicación exacta es la Plaza de Juan Bravo, a mitad de camino entre la catedral de Santa María y el acueducto romano. Se trata de un templo de origen mozárabe con estilo románico considerado Patrimonio de la Humanidad. Fue erigida en el siglo XII; se sabe con certeza que para el 1117 ya existía, pues en el testamento de Domingo Petit aparece el abad de este lugar como testigo.
El templo difiere en parte del original, ya que algunas partes han sido reconstruidas o eliminadas a través del tiempo, como es el caso del ábside central. Posee tres naves, crucero con cimborrio de ladrillo y cabecera tripartita. Del templo son destacables la torre del campanario, que es de estilo románico – mudéjar, y los arcos de ladrillo sobre columnas de piedra. También es recalcable su galería porticada, que rodea toda la iglesia a excepción de la cabecera. Este pórtico posee arcos de medio punto que descansan sobre columnas con capiteles románicos. La portada de la fachada occidental es una de las puertas más grandes del románico español. Es una portada de cinco arquivoltas, decoradas con motivos vegetales. Se cobija de un pórtico, a modo de nártex, cuya abertura es un gran conjunto de arquivoltas sostenidas por estatuas humanas que representan personajes del Antiguo Testamento.
La iglesia de San Martín es otra opción para conocer de las que ofrece Segovia, y una muy buena por supuesto. Es de los edificios que no te puedes ir sin conocer, porque para decir que has visto la ciudad tienes que haber visitado gran parte de sus edificaciones más emblemáticas, y ésta como habrás notado es una. Puedes venir a tomarte unas fotos tanto en su exterior como interior antes que agotes tu estadía aquí. ¡Esto lo ofrece Segovia, qué interesante se hace la ciudad!