Acueducto de Segovia

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Construido en la época romana se trata para muchos del símbolo más importante para la ciudad de Segovia. Aunque su antigüedad la ubican entre los siglos I y II, nadie sabe con certeza el año de su construcción. El acueducto ofrece unas vistas espectaculares a sus visitantes. Para protegerlo se ha desviado el tránsito de sus inmediaciones.

Su función

Conduce las aguas del manantial Fuenfría. El agua se recoge en una cisterna denominada El Cacerón. A continuación es conducida por un canal de sillares hasta una segunda torre, donde se decanta y desarena, para luego permitírsele seguir su camino. Ese camino consiste en recorrer 813 metros hasta lo alto del Postigo. Al llegar a la Plaza de Día Sanz hace un giro hasta llegar a la Plaza del Azoguejo, donde una arquería salva la depresión, mostrando un esplendor poco usual.

Sus características.

El monumento en su parte más elevada mide 28 metros y tiene dos órdenes de arcos sobre pilares. El total de sus arcos es 166. En el trayecto desde la ciudad hasta la Plaza de Día Sanz hay 75 arcos, después de ahí verás 44 arcadas de modalidad doble, es decir 88 arcos, continuando el recorrido 4 arcos sencillos. En la reconstrucción que se le dio en el siglo XV se le dotaron 36 arcos. Eso es en su primer sector. Se hizo con la intención de levantar la parte destruida por los musulmanes. Posee en su piso superior arcos con luz de 5,10 metros. En esta parte los pilares son de menor grosor y altura que los del piso inferior. En éste los arcos tienen una luz de unos 4,50 metros. Sus sillares son de granito sin argamasa. Se dice que sobre los tres arcos de mayor altura hubo en la época romana una cartela con letras de bronce, donde yacía el año de la construcción y el arquitecto responsable de su ejecución.  Los nichos que pueden verse a lo alto y en cada uno de los lados del acueducto, producen cierto interés debido a que se sabe que allí hubo una imagen de Hércules. Hoy en esos nichos están las imágenes de la Virgen de la Fuencisla y de San Sebastián.  Esas imágenes fueron puestas al momento de una reconstrucción en época de los Reyes Católicos.  

La leyenda

Una niña que iba todos los días a buscar agua a la montaña hizo un trato con el Diablo, para que éste construyera un acueducto y así ella no tener que ir tan lejos a buscar agua, entonces si el Diablo lograba construirlo antes que el gallo cantara él tomaría su alma. Por suerte él no pudo tener el acueducto listo antes que el ave cantara, y en efecto ella pudo salvar su alma.

 

 

Te invitamos a que pasees por los arcos protagonistas de esa leyenda

 Considerado Bien de interés Cultural desde 1985, este lugar querido viajero te expresará mucho. Ningún viajero sensato faltará a una visita a este lugar. Las fotos que aquí hagas serán emblemáticas del estilo y de todo lo que ofrece Segovia. Los segovianos sienten orgullo por este lugar.