Cuando planeamos nuestros viajes, bien sea por vacaciones, negocios o cualquier otro motivo, solemos acudir a la agencia más cercana o visitar algunas páginas de Internet para contratar vuelos y viajes. Sin embargo, como norma general no nos gusta dedicar demasiado tiempo a cosas como esta, y algunas veces nos llevamos la sorpresa de que la persona que va a nuestro lado en el avión o el cliente de la habitación de al lado en el hotel ha conseguido el mismo viaje a un precio muchísimo menor que el que hemos pagado nosotros. ¿Cuál puede haber sido la razón? La compañía que ha organizado el viaje.
Si bien los mayoristas que ofertan los viajes a las agencias suelen manejar unos precio similares para todos los operadores, la realidad es que esto en muchas ocasiones no se repercute en los precios que pagan los clientes, y algunas veces son las compañías más pequeñas las que inflan los precios finales al consumidor. En otras ocasiones son los propios mayoristas los que a través de sus propias agencias ofertan los paquetes vacacionales casi al mismo precio que las agencias de barrio, y por lo tanto estas no pueden competir ni en precio ni en servicio con ellos.
En este sentido conviene ser un poco egoístas y no dejarnos llevar por el sentimentalismo de comprar en los comercios cercanos, sobre todo si lo que buscamos es ahorrar en nuestras vacaciones. Seguro que podemos contactar a través de Internet con los propios mayoristas para contratar con ellos nuestro viaje.