Si hay una excavación arqueológica que cuenta con una cantidad de turismo que la distingue por encima de todas en la actualidad, esa es sin lugar a dudas la que se encuentra en la región china de Xian-Jian. Nos estamos refiriendo a los guerreros de terracota que acompañan al que fue primer emperador de la China unificada, y que asombran a propios y extraños, tanto en su enclave original como en las exposiciones itinerantes que recorren el mundo cada cierto tiempo y que llenan las salas en las que se exponen allá donde van.
Las figuras en cuestión están siendo sometidas a un lento proceso de conservación, sobre todo debido a que tras ser desenterradas pierden enseguida los colores, por lo que los excavadores están haciendo todo lo posible por mantener en las mejores condiciones las policromías para conocer de primera mano cómo eran las figuras cuando fueron fabricadas.
Lo realmente peculiar que tienen estas estatuas a tamaño real es que no existen dos iguales, de modo que cada una cuenta con características únicas que las diferencias del resto, a pesar de que se cuentan por miles.
Los visitantes solo tienen un acceso a las instalaciones más bien restringido, pero el viaje según aseguran quienes lo han visto merece la pena, sobre todo si uno tiene pensado acercarse a China a hacer turismo.